
“Que se escuche claro: mientras exista una sola mujer, sea madre, hija, esposa, empleada, estudiante, ama de casa, joven o adulta, de cualquier nivel social o económico, filiación partidista, ideología, sea del campo o la ciudad; víctima de violencia, Yucatán seguirá teniendo una tarea pendiente”, señaló hoy la diputada Gabriela Santinelli Recio.
Al subir a la tribuna, en el punto de Asuntos Generales, para emitir un posicionamiento sobre el Día Internacional en Contra de la Violencia Hacia las Mujeres que mañana se celebra, la legisladora priista dijo que el proceso de evolución del papel desempeñado por la mujer en nuestro país “ha sido lento y doloroso”.
Es así que entre los conceptos “derechos humanos”, “mujer” y “violencia” existe una vinculación muy íntima, porque aunque parezca obvio que los derechos humanos de la mujer, están teórica y formalmente contenidos en el concepto universal de derechos humanos, nuestro mundo cotidiano revela una realidad muy diversa, señaló.
El 25 de noviembre fue proclamado Día Internacional en Contra de la Violencia Hacia las Mujeres por un trágico acontecimiento: el brutal asesinato de Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, tres hermanas conocidas como “Las Mariposas”, nombre secreto que Minerva tenía en sus actividades políticas clandestinas en contra del dictador General Rafael Trujillo en República Dominicana.
Santinelli Recio relató que el 25 de noviembre de 1960, Minerva y María Teresa fueron a visitar a sus esposos a la cárcel; las acompañaba su hermana Patria cuando miembros de la Policía secreta del General Trujillo las interceptaron en un paraje solitario.
Ahí, las destrozaron a golpes; estranguladas y puestas de nuevo en el vehículo en el que viajaban para simular un accidente fueron arrojadas a un precipicio.
Es por lo anterior que “Las Mariposas” representan la lucha de las mujeres.
En Yucatán, este año los Servicios de Salud reportaron mil 842 casos de personas que acudieron a servicios médicos, de los cuales 92 por ciento de las víctimas fueron mujeres que sufrieron de manera predominante ataques “mixtos” que concentran maltrato físico, psicológico, sexual, económico y/o abandono.
De esos casos, mil 257 fueron atendidos por el Departamento de Prevención y Atención a la Violencia Familiar y de Género respectivo.
“Los números son fríos y dramáticos y por eso no podemos hacer oídos sordos”, dijo.
“Para ser claros, si una mujer gana menos que un hombre en el mismo puesto de trabajo, eso es violencia; si un grupo de amigos le grita cosas a una mujer por la calle, eso es violencia; si un hombre cree que su mujer es su objeto de uso, eso es violencia”, enfatizó Santinelli Recio.
“Y por eso estamos hoy aquí, para hablar alto y claro y para decir que todos y cada uno de nosotros podemos hacer la diferencia”.
Por último, destacó que esta Legislatura expidió la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en Yucatán, que entró en vigor el 21 de marzo de 2008.
Ahí se incluyeron programas de reorientación dirigidos a los ofensores, para poder influir en las actitudes y no sólo en las acciones consumadas.
También –añadió- se hicieron reformas al Código Penal del Estado y se eliminó el requisito de la “reiteración de la conducta”, pues se necesitaba de varios actos de violencia reiterados y sucesivos para la configuración del delito, de modo que ahora basta una vez para que se tipifique como violencia familiar.
ANTECEDENTES
La diputada del PRI recordó que fue en 1848 cuando se celebró en Nueva York la primera Convención sobre los Derechos de la Mujer, que exigía la igualdad en el matrimonio, en los salarios, en la propiedad y en la custodia de los hijos.
Y la lucha de las mujeres en México surge a principios del siglo XX, con la creación de la Sociedad Protectora de la Mujer en 1904 durante el régimen porfirista, y la celebración del Primer Congreso Femenil efectuado en Yucatán el 13 de enero de 1916, donde se aprobó que la mujer obtuviera más libertad y derechos, refrendando la contienda por alcanzar el voto.
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