- La obra “Del manantial del corazón” lleva mensaje de paz y bondad ante la violencia.
Aguascalientes, Aguascalientes.- La dramaturga Conchi León y el grupo
Sa’as Tún conmovieron con su talento escénico al público de Aguascalientes con
la obra "Del manantial del corazón", en la cual muestran el
significado más profundo de los ritos ancestrales del pueblo maya sobre la
maternidad.
En la Caja Negra de la Universidad de las Artes de esta entidad, un
amplio complejo que ocupa el terreno de lo que antaño fue la estación y los
talleres de Ferrocarriles Nacionales de México, la también actriz y la compañía
ofrecieron dos funciones cargadas de cargadas de risa, llanto y mucha
expectación entre el público que asistió a la puesta en escena, en el marco de
la edición 36 de la Muestra Nacional de Teatro.
Durante aproximadamente hora y media, demostraron cuán ligados estamos
los yucatecos a nuestras raíces mayas y mediante el arte dramático
representaron una realidad recreada a través de la ficción, con una
escenografía circular e iluminación en claroscuros que narraron cómo las
mujeres mayas asumen la maternidad, la vida reproductiva y la muerte.
En seis actos, Conchi León, Andrea Herrera, Addy Téyer y la pequeña
Esperanza desarrollaron historias sobre la vida y el fallecimiento de los niños
en la tierra del Mayab, resultado de una investigación de campo de la directora,
recabada a través de testimonios en comunidades de Yucatán, donde los rituales
conservan su valor identitario.
La también dramaturga sabe del poder de las palabras y de los diversos
significados que el espectador puede darle a su propuesta escénica. Así, fue
desencadenando episodios dolorosos y reales de la dura estadística de las
consecuencias de la agresión intrafamiliar y la maternidad, para honrar la
memoria de los infantes que han perecido en situaciones de violencia o en
causas aún desconocidas.
Pero no todo es desgracia. La característica principal de la
dramaturgia de Conchi León, su capacidad para tocar el corazón a través del
llanto y la euforia de la risa, se hizo presente en la primera parte de la
obra, que arrancó sonoras carcajadas de un público, que si bien desconocía los
significados de la lengua maya, entendió a la perfección que la risa es un
idioma universal.
Uno de los momentos cumbre de la función llegó cuando, ataviada con un
hermoso terno rojo con motivos de hilo contado, invitó a los asistentes a ser
parte del tradicional hetzmek (bautizo maya). De repente, se recreó el ritual y
la ofrenda de vida más significativa de la tradición, que hizo sentir que
Yucatán cabe en todo el mundo.
De esta forma, entre flores, dulces de cacahuate, pepita y el olor del
copal, los asistentes bautizaron a Lúa, una bebé que montada sobre la cadera de
su madre, recibió las bendiciones de la tierra de los mayas. El público, atento
y asombrado participó en esa interacción, formato predilecto de la actriz en
sus montajes.
Al final, la intensidad de las palabras convirtieron los diálogos en
poéticas reflexiones sobre la vida y la muerte. Fue imposible contener el
llanto y el foro se convirtió en un manantial del corazón, porque en tiempos de
violencia, se expresó, enviar mensajes de bondad y amor a los niños es un
regalo de esperanza, y en esta vida hay que aprender a amar la esperanza.
Llegó la lluvia de aplausos. El público de pie con las emociones a flor
de piel y las actrices complacidas de lograr poner en el corazón de todos un
pedacito de Yucatán.
"Del manantial del corazón", escrita y dirigida por Conchi
León, es una coproducción de la Secretaría de la Cultura y las Artes
(Sedeculta) que actualmente se exhibe como parte de la 21 temporada de Teatro
Escolar en Yucatán.
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