Curiosidad y asombro causaron entre los meridanos dos jirafas, una adulta de más de cuatro metros de altura y otro pequeño, a su paso por diversas calles y avenidas de la ciudad, ambas cuidadas y escoltadas por un grupo de biólogos, empleados de zoológicos y elementos de la Policía Municipal.
El traslado de los más altos mamíferos del reino animal en los rumbos de la ciudad suscitó una movilización de cuidado y vigilancia especial. La jirafa padre, fue trasladada del zoológico del Parque Centenario a Animaya y la jirafa hijo, en viceversa.
La insólita imagen del trayecto de ambos ejemplares originarios de África, cuyo nombre proviene de la palabra árabe “ziraafa” que significa “alta”, causó expresiones de sorpresa entre los automovilistas y peatones que vieron pasar a los animales en un vehículo especial diseñado para ellos.
Resultado de ensayos y preparativos del personal especializado, los animales fueron intercambiados de sitio en una exitosa operación que duró siete horas, ya que los traslados se realizaron con lentitud y con el mayor cuidado para evitar cualquier accidente con ramas de árboles, cables y semáforos.
El MVZ Luis Solís Pasos, subdirector de Servicios Generales de la Dirección de Servicios Públicos, informó que el intercambio entre las jirafas “Fito” (hijo) y “Pequitas” (papá) se realizó porque el primero entró en etapa reproductora y se encontraba en Animaya con la madre.
Para evitar futuros problemas de consanguinidad, Solís Pasos dijo que desde hace un mes comenzaron los trabajos de ensayos para hacer el intercambio de mamíferos.
“Se decidió hacer este lunes a partir de las ocho de la mañana porque es el día que los parques permanecen cerrados para su mantenimiento y poder hacer la maniobra sin problemas. Además “Fito” ya estaba entrenado para el traslado, que se realizó sin mayores problemas”, señaló el funcionario municipal.
El primero en trasladarse fue “Fito” en un recorrido por Ciudad Caucel, Av. Jacinto Canek e Itzáes hasta el Centenario. Posteriormente se realizó la maniobra correspondiente con “Pequitas”.
La llegada del macho adulto unió a la pareja de nueva cuenta luego de año y medio que estuvieron separados. “Pequitas” mide unos cuatro metros con 50 centímetros y pesa cerca de una tonelada. La gestación de una cría es en promedio 15 meses.
El recorrido contó con el apoyo de la policía municipal y unos 25 trabajadores de ambos centros de diversión. También se efectuaron los trámites correspondientes ante la Semarnat y entre los dos centros recreativos para cubrir los aspectos legales.
La maniobra terminó a la tres de la tarde, hora en que “Pequitas” llegó a su nuevo hábitat.
0 comentarios:
Publicar un comentario